ETA NO, QUE NO, QUE NO, QUE NO

Indignación fortísima, rabia, asco, pena, frustracion. ¿Qué se puede sentir desde la muerte ayer del empresario Ignacio Uría? ¿Que se puede pensar de ETA, la banda asesina, criminal, mafiosa? No puedo creer como a dia de hoy todavía pueden encontrar la complicidad fanatica de una parte de la sociedad vasca, aunque minoritaria, y como luego otra parte para nada minoritaria, aunque condone la violencia, no le hace ascos a los mismos argumentos "políticos". El País Vasco es hoy una región con una amplia autonomia, que elije a sus representantes y a su propio gobierno, y que tiene un régimen fiscal diferenciado del resto de territorios españoles. Yo no soy muy partidario del Estado de las autonomias tal como esta, creo que habría que revisar algunas (muchas) competencias transferidas, y desde luego el concierto económico vasco me parece discriminatorio y basado casi en criterios teocráticos, pero estoy dispuesto a ceder a cambio de que se pueda convivir. ¿Por qué ETA no lo entiende? ¿Por qué el nacionalismo moderado, aunque lo entiende, no aparca sus reivindicaciones máximas al menos hasta que hayamos derrotado al terrorismo?

En fin, son tantos los pensamientos y emociones que me sugiere el horrible crimen de ayer que sólo puedo callar, contar hasta diez, recomendar la lectura del artículo que publica en Libertad Digital la siempre admirable Regina Otaola, y repetir una vez más y con más fuerza que nunca: ETA, NO. QUE NO, QUE NO, QUE NO. CONTRA EL TERRORISMO Y POR LA LIBERTAD.